Situación:
Santa Cruz de Tenerife
Fecha:
1993
Promotor:
Viviendas Municipales de Santa Cruz de Tenerife
Arquitectos:
Federico García Barba
Constructor:
Fomento de Construcciones y Contratas SA
Colaboradores:
Antonio Hernández Santos, Arq. Técnico
Martín Díaz Rodríguez, Ingeniero Industrial
Fotografía:
Jorge Nerea
Premios:
Selección Premio Oraá de Arquitectura Canaria 1992-93
El planteamiento de este conjunto de viviendas opta radicalmente por el contraste formal con el duro entorno del barrio de Ofra.
Su composición se basa en el posicionamiento de dos bloques enfrentados, cuyas geometrías son antagónicas, un prisma rectangular y un semicilindro. Volúmenes que se adaptan eficazmente a la difícil forma triangular de la parcela caracterizada por una fortísima rasante en uno de sus lados al que se acopla la fachada del prisma principal. El otro volumen se coloca paralelo al lindero interior funcionando como una especie de rótula que articula la alineación entre el bloque colindante y el volumen prismático de la propuesta de ordenación llevada a cabo.
La configuración interior de las viviendas se plantea según un esquema convencional formado de dos unidades residenciales por escalera tanto en el volumen prismático como en el semicilíndrico. Así se acaba conformando dos grupos, uno de cuatro viviendas pareadas en el rectangular y dos que se adaptan al arco de circunferencia en el semicircular.
La única concesión del proyecto a la expresividad formal se limita a la definición de las fachadas como grandes láminas protectoras que utilizan materiales durables para aguantar un mantenimiento nulo, tales como hormigones vistos, asfalto, enfoscados a la tirolesa, etc. Esta solución ha dotado al conjunto de una cierta voluntad escultórica que ha permitido una dignidad visual a lo largo de 25 años desde su construcción.